Siempre me han gustado las placas y la escalada en adherencia, y siempre me ha parecido muy difícil abrir una vía desde abajo y parándome a taladrar.Pensar en la Guirles-Campos del Yelmo,o en las placas como la "Sarta de sartenazos" es sinónimo de riesgo y estrés; personalmente. Contando que han sido abiertas desde abajo y con ramplús y maza en mano... me produce mucho cansancio.
Este finde abrimos desde abajo con el ramplús del futuro: el taladro, y aún así es muy complicado. Me imagino, y es más, he probado a abrir vías desde abajo con la técnica antigua y no tiene color comparado con la modernidad de una máquina a baterías.
Recuerdo en la vía "Sabrosongo" pararme y hacer unas buenas motos para estar apurando unos golpes más de burilador...y encima para poner un parabolt corto y además un poco torcido...No merece la pena, con taladro (en caso de poder conseguirlo) el trabajo se agiliza y queda mejor resuelto.
Hay que utilizarlo con cabeza, no se debe abusar y tampoco racanear...recordando aquel escalador que decía: "Un clavo de menos en una vía, un hombre de menos en la vida"
Lo importante es escalar, y si puede ser muchos años...