domingo, 27 de julio de 2014

Las vías de Teógenes. Vía Normal Cara Oeste. Torreón de los Galayos







La Oeste del Torreón, por la cara de la afilada aguja en donde se hizo su primera ascensión.



 Es admirable que alguien en aquella época con el rudimentario material del que disponían; se atreviera a realizar semejante ascensión. No puede ser otro que el inefable Teógenes Díaz el que se propone tal reto. Él buscaba la cima, la aguja esbelta, la ascensión soñada a la Torre más emblemática de los Galayos. O eso quiero pensar yo... Supongo que se preguntaría tantas cosas, tantas dudas; pero una premisa: ser el primero en hollar la inaccesible cumbre. Dejar su impronta en la roca y en la historia... No creo que hubiera pensado calar tan hondo en éste joven escalador, que disfruta e intenta comprender (aunque quizás sin mucho acierto) la esencia y la ética de sus famosas ascensiones.




 Algo entrará en ésta dura cabezota con coleta que teclea.


Y ahora intentando dejar a un lado las palabras, palabras tecleadas por unos dedos que se han quedado ásperos por el duro granito de Galayos, voy a contar la impresión que me ha dado la vía.


Hace ya tiempo un amigo y compañero me proponía escalar la vía conocida también como Teógenes al Torreón. Así completar mi colección de rutas de éste gran hombre y obviamente pasar agradables momentos en la vertical.

Comienzo con Helena desde el inicio de la vía MURMA y en dos largos ganamos la "plataforma de las flores" punto de partida para cualquier opción en el tótem de la naturaleza. Así la vía tiene un poco más de empaque y por otro lado hacemos tiempo para esperar a nuestros amigos: Daniel y Gus que suben pronto desde la Cabra. Quedamos todos allí y una vez listos... ¡Qué no estamos listos! ¡Qué vertical! Ya estoy tenso...

Hacemos un pequeño largo hasta un puente de roca en una repisa cómoda y allí nos espera el comienzo del itinerario. Algunas matas marcan el inicio algo lúgubre, una primera clavija camuflada en el cepellón y muchos empotradores salteados con algunos clavos son la base del aseguramiento.

Tardo bastante en hacer el largo. Voy disfrutando y mis compañeros tienen conversación en la reunión, perfecto.





No es fácil, porque en Galayos no hay casi nada fácil pero se deja hacer con un poco de ganas. Me enfrento al famoso paso desplomado con unos bloques empotrados. Aquí es donde Teógenes sentía que le fallaban las fuerzas, los brazos cargados del esfuerzo le dejaban suspendido en el vacío.

Un apretón y todo ello protegido con mis flamantes empotradores que hacen que sea mucho más seguro.


Superado ese paso, no te puedes perder algo que muchos pasan inadvertido. El ingenioso sistema de rápel, el primigenio, ideado de una manera curiosa. ¡Una barra de hierro encajonada en la chimenea! Dos taladros de grueso calibre a cada lado de la pared, uno más profundo que el otro.





Mis amigos (que ya peinan canas con mucha dignidad) me han contado bien la historia de esa barra. Recuerdo mi primera visita a Galayos y a Gustavo Cuevas narrando la utilización de la barra como rápel.

-"Llegabas después de dos rápeles a la barra, el primero de un cordino, el segundo de unos buriles en una repisa, y el tercero era desde esa barra. Como costumbre la sacabas y la volvías a introducir por seguridad. Y aquello te parecía un rápel estupendo, totalmente fiable."-

Asombroso...



Después de ese nicho repisa con un paso o dos más donde tienes que estar pendiente veo una cadena con spits y un parabolt. Es la reunión que aconsejo, pese a que con cuerdas de 60 metros se puede llegar a la cadena de cima, es mucho más seguro y cómodo dividir la tirada desde aquí. Es mi opinión.

Aseguro a mi compañera, y el resto de amigos suben azarados (tanto como yo)  puesto que la vía cuesta y llevamos material moderno. ¡Qué épocas aquellas!


El siguiente largo a la cadena, te deposita en la brecha/ventana donde disfrutamos de una solitaria cumbre; algo extraño puesto que Galayos parece ser destino habitual de muchos respetables escaladores.


Es normal, tienen mucha calidad sus vías, paredes y agujas.


A la bajada en el refugio nos espera una placentera pitanza, que compartimos todos.


En primer término la Punta Mª Luisa. Al fondo el Víctory.



Y ya está, otro fin de semana más (aunque era entre diario) que hemos disfrutado a tope de la roca que nos brinda Galayos.


Nota a día de hoy: esto es de Junio de hace dos años.


sábado, 12 de julio de 2014

El escalador de la noche. Pequeño Galayo.


...Julio del año pasado, después de escalar en la Aguja negra...



Vistas desde la R-1






Desayuno, café y galletas. La vía elegida es "El escalador de la noche" al pequeño Galayo, una vía de Tino y Guiñales que anecdóticamente abrieron en la oscuridad de la noche. Agosto del año 83.





No sabemos muy bien su recorrido, y pregunto a Vicent. Un Pedricero y también Galayero con mucho rodaje en la zona. ¡Me indica y encima nos enseña la reseña! ¡Qué bueno!


R-1

Empezamos en una placa fácil hasta un cuerno de roca. Luego travesía descendente a la derecha a enlazar un tramo con la Oeste clásica. Seguimos con la vertical, asombrados por los contraste de las luces y el Torreón.




Los trucos de Lagartrón.




Las reuniones son buenas y cómodas. Y salgo en busca de la fisura famosa. Fácil es, si utilizamos los garbanzos exteriores.


R-3 después de la fisura






Saliendo a la fisura, tramo común con la Oeste.



 Un largo bien largo nos deja a una tirada del collado. La idea es husmear en la placa Pellús, pero uf. Es muy expo y no veo una entrada clara (Más tarde Kaesar me comenta por donde va)



Al pie de la placa Pellús


Laura busca los agarres en el tramo final.





Optamos por la fisura de V+ galayero de la derecha que con unos bonitos pasos nos deja en la disfrutona cumbre. Una más en los grandiosos Galayos. Un pequeño destrepe a una cadena y rápel de 20 metros. Para descender del Pequeño Galayo tenemos que seguir un destrepe con precaución en su primera parte. Unas repisas nos llevan a la apretura (según Félix el destrepe más cómodo)


¿Distingues las cumbres? ¿Número de escaldores?


Bajamos al refu y comemos poco. Se mete el Sol en las nubes, son las 6 de la tarde y podremos bajar sin que el Astro Rey nos atormente.





Si no sabes si vas a volver a Galayos y hace calor, lo mejor es que te metas al pilón de la Cabra. No lo dudes. Hay que hacerse un largo por lo menos. Cuidado con los posibles cristales del fondo.



Cumpliendo con la tradición, súbete a la cabra, cuélgala los friends y pon tú mejor pose con tus amigos. Eso es lo que te llevas en la vida, disfruta escalando lo que sea.






Vamos a Madrid, que ésta noche hay hoguera de San Juan.