Hay gente que se dedica a cazar las cabras que pueblan la sierra de Guadarrama, para mero trofeo sin sentido; colgado encima de alguna chimenea opulenta.
Cierto es que hay demasiados ejemplares y habría que vigilar su reproducción; pero no dedicarse a cazar animales furtivamente fuera de cotos de caza.
Lo mismo estás andando por un camino y uno de estos te mete una bala entre ceja y ceja.
A este pobre ejemplar le han descabezado después de malherirle.
domingo, 25 de diciembre de 2011
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