En la antigua guía de la Pedriza conocida como “La biblia”
se reseñaba una vía Mayayo en la Pared de Santillana, pero mal. Resulta que
estaba confundida con la vía de Paco el Sastre de Santiago Hernández. Y desde
entonces teníamos claro que era una errata.
Al cabo de los años con la nueva guía de Papila y Ana ha
aparecido la auténtica vía Mayayo, rescatada por los autores de la guía. Me
gustan bastante las vías de Javier Mayayo y las colecciono todas (o
al menos las que pueda ir haciendo) y después de que Papila me aconsejara la
de la pared de Santillana como una vía bonita y con antiguallas de las que me
gustan… un día sin planearlo nos metemos a ella. La recomiendo, es bonita y no difícil, se deja
hacer. Y como digo para un coleccionista de vías… perfecta, es una rareza.
El primer largo va hasta una repisa inclinada con un puente de roca y un cáncamo, una vez allí podemos ir en chimenea o salir al espolón, que es mucho más bonito y cómodo.
Juanjo escala el primer largo. Un diedro de Vº |
A resaltar la chorrera verde |
Juanjo en primer plano y un escalador en la Sur Clásica |
En la imagen de arriba en el paño de roca que sale en el encuadre lateral derecho, abajo se puede ver una flecha amarilla bajo unas setas. Sospecho que la flecha marca la vía "La tranca del diablo" de Josechu Jimeno. Es un espolón que abre sin cuerda y no recuerdo si he visto ésta información en un desnivel antiguo o me lo han contado.
Una clavija de la época. |
Robusto buril |
Helena sale a la cumbre por las setas. |
La última foto nos la hace Uge de Viaclásica desde la cumbre del Risco del Tuerto Pirón.
¡Muchas gracias!
Luego para completar el día nos subimos otra vez más al Mogote de los Suicidas. Por la sur, que es una de las vías más bonitas de la zona.
A la vuelta el cabrón del Zorro Wenceslao nos da el palo y se come mi sandwich de Nocilla. Lo tenía guardado al fondo de la mochila, pero al fondo y dentro de otro bolsillo. Toca bajar con el estómago vacío. ¡Será joputa!
Se limpió el bigote con la camiseta térmica |
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Los sabios hablan porque tienen algo que decir. Los tontos hablan porque tienen que decir algo.